Delta del Ebro, la particular fusión de cultura y naturaleza

El Delta de l’Ebre es un lugar verdaderamente especial por la combinación única de paisajes variados, biodiversidad y una rica cultura, gastronomía y tradiciones:

• Ofrece una diversidad de paisajes que no se encuentran en muchos otros lugares, ni en Cataluña, ni en España e incluso ni en Europa.

   

• La cultura del Delta del Ebro está profundamente arraigada a las tradiciones de la pesca y el cultivo del arroz. La gente del Delta del Ebro es conocida por su fuerte conexión con la tierra y el agua y la gastronomía local, basada en productos frescos del mar y el arroz, es un reflejo de la riqueza cultural y natural de la región.

   

• El Delta del Ebro es un punto caliente (hot spot) de biodiversidad declarado parque natural desde el año 1983 y Reserva de la Biosfera desde 2013, lo que subraya su importancia ecológica y la necesidad de su conservación.

El cultivo del arroz, motor económico

Sin duda, uno de los elementos más característicos del Delta, sino el que más, es el cultivo del arroz: este cultivo es una de las principales actividades económicas del Delta del Ebro y ocupa el 65% de su superficie (unas 21.000 hectáreas). Además, las condiciones necesarias para este cultivo hacen variar el aspecto del Delta, completamente, según la época del año: inundación de los campos, crecimiento de la planta de arroz, maduración, siega, fangueo, secado de los campos.

Por eso, la respuesta a la pregunta típica cuál es la mejor época del año para visitarlo para alguien que quiero conocerlo por primera vez, no es clara. Se debe visitar el delta al menos cuatro veces, en cada una de las cuatro estaciones del año, para ver el esplendor de la zona en los diferentes momentos del año.

El arroz del Delta del Ebro tiene Denominación de Origen Protegida, lo que garantiza su calidad y autenticidad y proporciona empleo a muchas personas siendo una fuente importante de ingresos para la región. Una de las características más distintivas del arroz del Delta del Ebro es su amplia variedad de tipos y variedades. Desde el clásico arroz bomba, conocido por su capacidad de absorber sabores y líquidos sin perder su forma, hasta el arroz de grano corto, perfecto para la elaboración de sushi. De este modo, hay una opción para cada preferencia culinaria. Otra variedad notable es el arroz integral, que conserva la capa de salvado exterior, proporcionando un mayor contenido de fibra y nutrientes. Además, el arroz de la variedad de bahía destaca por su aroma y sabor distintivos, ideal para platos como la paella y el risotto.

Cultura y tradición

Las fiestas del arroz y de otras celebraciones locales reflejan la importancia de estas actividades en la vida diaria de la gente y son importantes acontecimientos culturales que fortalecen la identidad y la cohesión de la comunidad. Los museos y centros de interpretación permiten a los visitantes aprender sobre la historia y las tradiciones del área, incluyendo la construcción de barracas y las técnicas de pesca tradicionales.

La pesca tradicional en el Delta del Ebro es una actividad que se ha practicado durante generaciones y ha sido una actividad económica fundamental de la cultura local. Las técnicas y conocimientos se han transmitido de generación en generación como por ejemplo, la pesca tradicional con redes para capturar especies como la anguila y la lubina o la pesca con nasas (trampas en forma de cesta que se colocan en el fondo del agua) se utilizan principalmente para capturar crustáceos como cangrejos y langostinos.

Las barcas de pesca tradicionales, conocidas como pontones o llaüts, son embarcaciones pequeñas y planas que se utilizan para navegar por los canales y lagunas del delta; estas barcas son ideales para moverse en aguas poco profundas y son parte esencial de la pesca tradicional.

La gastronomía del Delta del Ebro es una parte importante de la cultura y platos como la paella, el arroz “a banda”, el suquet de pescado y los mejillones son muy populares. Las jornadas gastronómicas y mercados locales permiten a los visitantes degustar estos productos frescos y tradicionales.

La anguila ahumada, es uno de los platos más exquisitos y con un toque característico; la lubina salvaje es un pez gastronómicamente muy valorado por su gran tamaño; y una especie que se ha introducido recientemente en la cultura culinaria del delta es el cangrejo azul, una especie exótica (que causa muchos daños que arrasa cultivos marinos de mejillones y almejas, además de peces y crustáceos de todo tipo) y, debido a que tiene un gusto muy exquisito, desde hace un tiempo (no mucho) se autorizó su pesca y consumo para intentar controlar sus poblaciones.

En el Delta del Ebro, la caza es una actividad tradicional que se practica de forma regulada y que incluye principalmente aves acuáticas como diversas especies de patos, fochas y pollas de agua. A pesar de estas regulaciones, el cumplimiento de estas normas puede ser un desafío y la caza furtiva y la carencia de control efectivo pueden poner en riesgo las especies protegidas y los esfuerzos de conservación, ya que puede afectar negativamente a las poblaciones de especies vulnerables. Asimismo, existe el riesgo de que algunas especies sean cazadas en exceso, lo que puede llevar a una disminución de sus poblaciones, y la perturbación causada por la actividad cinegética puede afectar a otras especies que comparten el mismo hábitat.

La extracción de sal fue una actividad de gran importancia en el Delta. En la antigüedad, la sal era un tesoro y en el caso del Delta del Ebro ha sido uno de los elementos importantes en su historia y el cultivo de sal marina aportó una riqueza sustancial a sus habitantes. Ahora, con los métodos mecánicos que facilitan notablemente la obtención de sal del mar, las salinas se han convertido en una industria. La extracción de sal en el Delta del Ebro parece que tiene sus orígenes en la época árabe y la industria salinera cobró especial importancia en el siglo XV, cuando la sal de Tortosa se exportaba a Nápoles, Sicilia, Niza, Cerdeña, Florencia, Génova y Pisa. En 1869, se inició la actividad salinera en las Salinas de la Trinitat, situadas en la Punta de la Banya, y que ocupan 1.000 hectáreas aproximadamente y que extraen unas 25.000 toneladas de sal que se exportan al norte de Europa. La Flor de Sal es el tipo de sal que más se produce ya que es una sal pura recolectada según técnicas tradicionales.

En definitiva, es un lugar en el que la naturaleza y la tradición se entrelazan, creando un entorno verdaderamente único y valioso.